Han pasado más de diez días desde que se envió la solicitud de retiro, y para algunos, incluso veinte días sin que lleguen los fondos. Cada vez que preguntamos al servicio al cliente, el estado siempre es 'en proceso financiero'. Sus respuestas son eternamente las mismas: 'Hemos informado al equipo de finanzas sobre su situación y les hemos pedido que procesen su retiro lo antes posible', 'Por favor, tenga la seguridad de que su solicitud de retiro se gestionará en breve', 'Le rogamos que espere con paciencia'. Sin embargo, con cada día que pasa, la ansiedad aumenta como una marea implacable. Cuando elegimos esta plataforma inicialmente, la promesa de 'transferencias rápidas' fue un factor clave. Ahora, esa promesa se ha desvanecido en el aire, y la sensación de no tener a dónde acudir en busca de respuestas es realmente terrible. Cada actualización de la página de la cuenta, cada revisión del extracto bancario, solo trae decepción. La seguridad de los fondos es lo básico, la eficiencia en los retiros es la garantía, pero ahora, incluso el tiempo más básico de llegada se ha convertido en una incertidumbre.